martes, 26 de octubre de 2010

¿PORQUÉ NO DEBEMOS CELEBRAR HALLOWEEN?

Ante la creciente celebración del día de Halloween, vale la pena reflexionar y hacerse las siguientes preguntas:

¿Es que, con tal que se diviertan, podemos aceptar que los niños al visitar las casas de los vecinos, exijan dulces a cambio de no hacerles un daño (estropear muros, romper huevos en las puertas, etc.)? Respecto de la conducta de los demás se puede leer el criterio de Nuestro Señor Jesucristo en Lc 6,31.

¿Qué experiencia (moral o religiosa) queda en el niño que para "divertirse" ha usado disfraces de diablos, brujas, muertos, monstruos, vampiros y demás personajes relacionados principalmente con el mal y el ocultismo, sobre todo cuando la televisión y el cine identifican estos disfraces con personajes contrarios a la sana moral, a la fe y a los valores del Evangelio.? Veamos qué dice Nuestro Señor Jesucristo del mal y lo malo en Mt. 7,17. Mt. 6,13. La Palabra de Dios nos habla de esto también en 1ª Pe. 3, 8-12.

Cómo podemos justificar como padres de una familia cristiana que nuestros hijos, el día de Halloween hagan daño a las propiedades ajenas? ¿No seríamos totalmente incongruentes con la educación que hemos venido proponiendo en la cual se debe respetar a los demás y que las travesuras o maldades no son buenas? ¿No sería esto aceptar que, por lo menos, una vez al año se puede hacer el mal al prójimo? ¡Qué nos enseña Nuestro Señor Jesucristo sobre el prójimo? Leamos Mt. 22, 37-40

Con los disfraces y la identificación que existe con los personajes del cine ... ¿no estamos promoviendo en la conciencia de los pequeños que el mal y el demonio son solo fantasías, un mundo irreal que nada tiene que ver con nuestras vidas y que por lo tanto no nos afectan? La Palabra de Dios afirma la existencia del diablo, del enemigo de Dios en St. 4,7 1ª Pe 5,18 Ef. 6,11 Lc. 4,2 Lc. 25, 41

¿Qué experiencia religiosa o moral queda después de la fiesta del halloween?

¿No es Halloween otra forma de relativismo religioso con la cual vamos permitiendo que nuestra fe y nuestra vida cristianas se vean debilitadas?

Si aceptamos todas estas ideas y las tomamos a la ligera en "aras de la diversión de los niños" ¿Qué diremos a los jóvenes (a quienes durante su infancia les permitimos jugar al Halloween) cuando acudan a los brujos, hechiceros, médiums, y los que leen las cartas y todas esas actividades contrarias a lo que nos enseña la Biblia?

Es que nosotros, como cristianos, mensajeros de la paz, el amor, la justicia, portadores de la luz para el mundo ¿podemos identificarnos con una actividad en donde todos sus elementos hablan de temor, injusticia, miedo y oscuridad? Sobre el tema de la paz podemos leer Fil. 4,9 Gál. 5,22. Ver qué dice Jesús sobre esto en Mt. 5,14 Jn. 8,12

Si somos sinceros con nosotros mismos y buscamos ser fieles a los valores de la Iglesia Católica, llegaremos a la conclusión de que el halloween no tiene nada que ver con nuestro recuerdo cristiano de los Fieles Difuntos, y que todas sus connotaciones son nocivas y contrarias a los principios elementales de nuestra fe.

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domingo, 18 de julio de 2010

NUESTRO OBISPO DIOCESANO


Monseñor José Rafael Quirós Quirós, actual Obispo de la Diócesis de Limón, recibió su ordenación sacerdotal el 5 de marzo de 1981 en la Catedral Metropolitana de San José.
Fue electo Obispo (es decir, sucesor directo de los apóstoles) el 2 de diciembre del 2005 y consagrado como tal el día 22 de febrero del 2006. Entre una de sus muchas funciones, desempeña el cargo de Presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil.
Monseñor apoya fuertemente los movimientos juveniles y nos exhorta a decirle SI A CRISTO, invitarlo a formas parte de nuestras vidas y que tome control de ella. Nos exhorta a que renunciemos a un estilo de vida basado en el tener y en el cumplir, para aceptar una persona basada en el ser y el seguir.
Nos invita a que arriesguemos todo por dar un auténtico sentido a nuestras vidas, en la certeza de no caminar hacia el fracaso, sino hacia la plena victoria en Cristo. (Reflexión de Monseñor Rafael Quirós con motivo del mes de la Juventud 2010).

Si deseas contactar a Monseñor, puedes escribirle a su dirección de correo electrónico mquiros@iglesiacr.org o bien, al correo pastoraljuvenil@iglesiacr.org.

martes, 13 de julio de 2010

¿PORQUÉ LOS JÓVENES NECESITAMOS A CRISTO JESÚS EN NUESTRAS VIDAS?


NUESTRO PATRONO

Es el patrono de los agricultores del mundo. Sus padres eran campesionos sumamente pobres que ni siquiera pudieron enviarlo a la escuela. No obstante, en su hogar le enseñaron a tener temor de Dios, un gran amor al prójimo, un enorme aprecio por la oración y la Santa Misa.

Huérfano y solo en el mundo cuando llegó a la edad de los 10 años, Isidro de empleó como peón de campo, ayudando en la agricultura a Don Juan de Vargas. Allí pasó muchos años de su existencia labrando las tierras.

Isidro se levantaba muy temprano, y nunca empezaba el día sin participar de la Santa Misa. Se dice que en su ausencia un Ángel araba los campos en su lugar. Lo que ganaba lo distribuía entre el Templo, los pobres y su familia.

En el año 1130 sintiendo que su hora se aproximaba, hizo humilde confesión de sus pecados y recomendando a sus familiares y amigos que tuvieran mucho amor a Dios y mucha caridad con el prójimo, murió santamente. Nuestro patrono fue canonizado por el Papa Gregorio XV en el año 1622. Su fiesta se celebra el día 15 de mayo.

NUESTRA PARROQUIA




La Parroquia San Isidro Labrador de Jiménez de Pococí, se erigió canónicamente el 22 de junio de 1958 por Monseñor Alfonso Hoefer, y se dedicó al patrono de los agricultores, cuya fiesta se celebra el 15 de mayo.



Esta comunidad Parroquial se encuentra conformada por 10 filiales, siendo su primer párroco el presbítero David Garro Flores, sacerdote diocesano. El templo actual fue bendecido el 8 de diciembre de 1971.

¿QUÉ ES LA PASTORAL JUVENIL?

Es la acción organizada de la Iglesia para acompañar a los jóvenes a descubrir, seguir y comprometerse con Jesucristo y su mensaje, para que, transformados en hombre y mujeres nuevos y nuevas, e integrando su fe y su vida, se conviertan en protagonistas de la construcción de la Civilización del Amor.

La Pastoral Juvenil (PJ) no es sólo el conjunto de acciones a favor de los grupos presentes en la Parroquia, comprende los planes y las acciones a favor de los adolescentes y jóvenes que viven en el territorio parroquial y que quizá están alejados de la Iglesia, tienen actitudes contrarias a ella o la rechazan.